domingo, 5 de febrero de 2017

Álbum de animales extintos por el hombre: Colección nº1 año 2017

Álbum de animales extintos por el hombre

Colección Nº1 año 2017

1-La cuaga o quagga (Equus quagga quagga) es una subespecie extinta de cebra común (Equus quagga). Al contrario que las subespecies hoy existentes, la cuaga era una cebra de pelaje pardo rojizo no rayado en el lomo y cuartos traseros, y salpicado de rayas negras en cara, cuello, costados y crines. El vientre y las patas eran enteramente blancas. Estas diferencias tan grandes en cuanto a coloración condujeron a que fuera descrita inicialmente (1788) como una especie aparte. Las cuagas formaban manadas en la zona sureste de la actual Sudáfrica, como en la zona media y meridional del Estado Libre de Orange, siendo especialmente abundantes en la provincia del Cabo


















2- El lobo marsupial o tilacino (Thylacinus cynocephalus), también conocido como lobo de Tasmaniatigre de Tasmania y tilacín, fue un marsupial carnívoro originado en el Holoceno. Era nativo de Australia y Nueva Guinea y se cree que se extinguió en el siglo XX. Se extinguió en la Australia continental miles de años antes de la llegada de los colonos europeos, pero sobrevivió en Tasmania junto con otras especies endémicas, incluyendo el diablo de Tasmania. Generalmente suele culparse de su extinción a la caza intensiva, incentivada por recompensas, pero podrían haber contribuido otros factores, como por ejemplo las enfermedades, la introducción de los perros, o la ocupación de su hábitat por los humanos. Aun cuando se lo considera oficialmente extinto, todavía hay personas que dicen haberlo visto.
















3- El dodo o dronte (Raphus cucullatus) es una especie extinta de ave columbiforme de la subfamilia Raphinae. Era un ave no voladora endémica de las islas Mauricio, situadas en el océano Índico (a 900 km de la isla de Madagascar). El dodo, así como otras aves del océano Índico, entre ellas el solitario de Rodrigues (de la isla Rodrigues), estaba relacionado con las palomas que habían dejado de volar para volverse terrestres. La extinción del dodo, a finales del siglo XVII, lo ha convertido en el arquetipo de especie extinta por causa de seres humanos.

















4- La foca monje del Caribe o foca fraile caribeña (Neomonachus tropicalis) es una especie extinta de mamífero pinnípedo de la familia de los fócidos. Propia del mar Caribe, probablemente se extinguió en el siglo XX. Era la única foca que habitaba en aguas exclusivamente tropicales, y el único pinnípedo del Mar Caribe. El primer contacto de los europeos con la foca monje del Caribe fue a través de Cristóbal Colón en 1493, que describió a los animales como lobos de mar y notó el interés económico de la especie. Con la llegada de colonos, la foca monje comenzó a ser cazada por su piel, su grasa y también como alimento. Más tarde se generalizó la idea de que esta foca era una amenaza para la conservación de los bancos de peces y se inició una campaña semiorganizada para exterminarla. Este animal era tan dócil hacia los humanos, que éstos la cazaban con mucha facilidad.

















5- El bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) fue una subespecie de cabra montés extinta. Esta subespecie de cabra montés ibérica estaba en peligro de extinción desde principios del siglo XX, y fue catalogado como «especie en peligro crítico de extinción» (CR) por el Specialist Caprinae Group de la IUCN en 1997. El 6 de enero de 2000 se halló muerta el último ejemplar, una hembra, que vivía en EspañaJunto con el mueyu, o cabra montés portuguesa (Capra pyrenaica lusitanica), que se extinguió en 1892, es una de las dos subespecies de cabra montés que ha sido exterminadas directamente por el hombre. Se diferenciaba de las otras subespecies principalmente por su pelo más largo y denso en invierno y la base más gruesa de los cuernos, tanto en machos como en hembras. La cornamenta del bucardo era asimismo, la más larga de entre las cuatro subespecies de cabra montés que han habitado la península ibérica.




















6- El oso pardo mexicano (Ursus arctos nelsoni) es una subespecie extinta de oso pardo, un mamífero carnívoro de la familia de los úrsidosAlcanzó una longitud de 183 m y un peso promedio de 318 kg. Debido a su piel plateada a menudo se le denomina "oso plateado" (el oso de plata). El oso pardo mexicano era más pequeño que los oso pardos en los Estados Unidos y Canadá.El color general era leucocitario amarillento pálido variando a grisáceo-blanco, canoso desde el color más oscuro del pelaje. Las muestras de pelaje desgastado variado de color marrón amarillento y rojizo. Los pelos más largos de piel estaban en la garganta y los flancos. El vientre estaba escasamente cabelludo que carece del grueso pelaje de la espalda y los flancos. El oso pardo mexicano habitado los territorios del norte de México, en particular, los pastizales templados y los bosques de pino de montaña. Su gama anterior accesible desde Arizona a Nuevo México y México.


7- El ciervo de Schomburgk (Rucervus schomburgki), llamado nuar sa mun en su área de origen, es un miembro recientemente extinto de la familia Cervidae, originalmente endémico de las llanuras de Tailandia central. Su nombre científico fue acuñado como homenaje a Robert Hermann Schomburgkcónsul británico en Bangkok entre 1857 y 1864El hábitat original de esta especie se encontraba en las planicies pantanosas de Tailandia, donde vagaba en pequeños grupos alimentándose de hierbas, frutos, juncos y plantas arbustivas; por otra parte, evitaba los bosques cerrados. A partir de la segunda mitad del siglo XIX comenzó a extenderse el cultivo de grandes cantidades de arroz en las tierras pantanosas del interior del país, lo que llevó a la destrucción total del medio natural del ciervo de Schomburgk. 






















8-  El tigre persa o tigre del Caspio (Panthera tigris virgata) es una subespecie de tigre que se ha considerado extinta durante décadas hasta que recientes estudios genéticos han puesto de manifiesto que en realidad este tigre y el tigre siberiano (Panthera tigris altaica) son la misma subespecie y su distribución era continua hasta hace aproximadamente 200 años, cuando la acción del ser humano provocó la fragmentación de la misma y finalmente la extinción de esta subespecie en la mayor parte de su área. Su área de distribución original abarcaba la península de Anatolia, el Cáucaso (GeorgiaArmenia y Azerbaiyán) con citas históricas bastante al norte del Gran Cáucaso, en la Rusia europea y Ucrania, el Kurdistán, norte de Irak e IránAfganistán y gran parte de Asia Central hasta Mongolia y de ahí hasta el extremo oriente de Siberia donde ya se le consideraba como tigre siberiano.

















9- Megaladapis es un género extinto de tres especies de los llamados lémures gigantes, los cuales habitaron en los bosques del centro y oeste de Madagascar hasta tiempos recientes. Con el tamaño aproximado de un orangután, estos mamíferos fueron los de mayor tamaño que existieron en tiempos históricos y uno de los más grandes de la historia geológica de Madagascar. La fecha exacta de su extinción se desconoce, pero hay suficientes pruebas como para suponer que este animal aún existía cuando los primeros marinos portugueses arribaron a la isla de Madagascar en 1504Aunque podían subirse a los árboles, los lémures gigantes eran predominantemente terrestres, desplazándose sobre las cuatro patas por el suelo de la selva mientras se alimentaban de abundante materia vegetal, en su mayor parte hojas. El cuerpo era muy robusto, con un peso estimado en casi 140 kilos.















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10- El alca gigante (Pinguinus impennis) es una especie extinta de ave Charadriiforme de la familia Alcidae. Fue la más grande de las alcas. A diferencia de las especies actuales de alcas, la gigante carecía de la capacidad de vuelo, aunque era una buena nadadora y buceadora. Sufrió una intensa persecución por caza, recolección de huevos y plumas y agotamiento de su alimento a causa de la sobre explotación pesquera.Su incapacidad para volar y lo apetitoso de sus huevos (13 centímetros de longitud y 400 gramos de peso) y carne las hicieron un apreciado alimento y unas presas perfectas ya en la prehistoria, como demuestran varios yacimientos paleolíticos.


Adaptado por Homero Jesús Velásquez Sulca



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